Blogia

Hechicero

VENGANZA de barro

VENGANZA de barro

Gabriela ha decidido la estrategia de su venganza. Le ha llevado casi una semana meditarla, desarrollarla y programarla. Y sólo dos noches ejecutarla.

No tiene grandes complicaciones: cuanto más sencilla es la forma, menos desconfianzas despierta. El punto central de su campaña es muy simple: quedarse en la sala. Prohibido huir. Descartada la evasión que los cobardes recomiendan para curar las heridas.

Sí, se quedará en la sala y con esa medida tan inofensiva en apariencia hará mucho daño al rival. El hecho de convivir en el mismo lugar facilitará las cosas: cuando menos se la espere, él la verá -o la intuirá-. No podrá olvidarla aunque lo desee; no podrá quitársela de la cabeza aunque se lave el cerebro con la lejía del resentimiento.

Será su sombra y hará que su memoria, -tan frágil. Frágil porque quienes abandonan son unos expertos en vaciar archivos que no les interesa conservar-, no pueda eliminar los recuerdos que ella se empeña en mantener vivos.

Y cuando lo vea con su nueva conquista, no lo dudará: mostrará cordialidad y frialdad, hasta darle, con mano firme, el golpe de gracia. Él no titubeó a la hora de romperle el corazón con su indiferencia. Ella no vacilará en su operación de acoso y derribo.

No pretende recuperarlo, le basta con arañarle un poco la vida.



:: La pintura es del gran maestro Durero y representa a Némesis, la diosa griega de la venganza.

¡Vamos al cine!

Para los amantes del cine, y para los que no lo son, ésta es una página con un corto que no tiene desperdicio. Para reírnos un poco.

Nos la recomienda Sigrid.

http://www.festimad.es/cinemad03/html/indexb.html

Una página de lingüística

Una página de lingüística

Promotora Española de Lingüística es una página en la que podeis encontrar una gran cantidad de información sobre las lenguas de españa, del mundo y los alfabetos de ayer y hoy.

Página muy buena, pero sólo recomendable para los que sientan curiosidad por su lengua.

¿Hay agua en Marte?

¿Hay agua en Marte?

Si ayer era martes, hoy será Marte (que está de moda).

En lugar de devanarme los sesos por entender el Macbeth de Shakespeare, me pregunto ¿qué pasará si resulta que no hay agua en Marte?. ¿Qué va a ser de nosotros?. ¿Y si su superficie no es tan quebradiza como dicen?. ¿Y si la atmósfera no es tan polvorienta como pensábamos?. ¿Y si allí hay movimientos sísmicos?. ¿Qué vamos a hacer de nuestras vidas?.

Parece que el Tío Tom, después de estabilizar la economía americana a costa de terceros, se ha decidido a asaltar definitivamente Marte, (que por algo es cowboy). Y en eso está: descifrar si el eje de rotación marciano ha experimentado tumbos caóticos a lo largo de la historia. Un proyecto de tal envergadura económica que sólo el oro negro del Golfo, (y no niego que algo de eso también tenga el Moro), permite llevarlo a cabo en pequeñas dosis.

Resulta tranquilizador este interés por las misiones espaciales. Tranquilizador porque en nuestro planeta no queda nada que hacer. Tranquilizador porque no hay terrorismo internacional. Porque no hay desigualdades. No hay pobreza. No hay analfabetismo. No hay hambre. Tranquilizador por los extraordinarios avances en la cura del cáncer, el sida o el paludismo, en cuya investigación no se recortan presupuestos.

Si encontramos agua en Marte arreglaremos con ella los problemas de hambre de las dos terceras partes de la Humanidad. Claro que como no la encontremos, ¿Qué será de nosotros?.

Martes, 13

Martes, 13

De mi época de estudiante en Santiago, me quedó, entre otras muchas cosas, la amistad de Frank.

Él siente pánico por los martes, cuando van acompañados del 13. No le falta razón. Una vez, en la infancia, cayó en la acera cuando salía de misa y partió un diente. En otra ocasión cuenta que perdió la cartera con 500 euros, a pesar de que es de los que la lleva atada con una cadenita al botón del bolsillo interior de la chaqueta.

Pero no te creas, no acaban ahí las cosas. La única vez que se le ocurrió ir ver un partido de fútbol al estadio, un balonazo le rompió las gafas y estuvo a punto de dejarlo ciego de un ojo.

Así que cuando coincide esa fecha y ese día de la semana en el calendario, ahora opta por no salir a la calle. Y en casa, procura no moverse de un sillón, en donde lee para matar el tiempo. Está tan preocupado por el asunto, que lo primero que hace a principio de cada año es consultar la agenda para ver si habrá alguno de esos días nefastos. En las pasadas fiestas ya me contó que los tenemos en enero, abril y julio. Por fortuna, septiembre, octubre y diciembre se salvan; por poco, pero se salvan.

Esto de los números gafes está bastante extendido en todo el mundo. Empezando por España y por sus hoteles, (lugares que conozco bastante bien), que carecen de habitación con terminación 13. Y terminando por la capital del mundo, Estados Unidos, que en todo son más radicales, y no existe la planta número trece.

Me enteré hoy en las noticias de la televisión que no todas las culturas tienen las mismas creencias. En China, por ejemplo, es el número 4, que se pronuncia casi igual que la palabra muerte. Y en Cantón, por lo visto, es el 14 que se pronuncia de la misma manera que muerte segura. En Nueva York, me decía Frank, los cantoneses evitan atravesar por la calle 14. Él sí que paseó por ella, y , contra todo pronóstico, (teniendo en cuenta su historial), no le pasó nada. Pero claro, Frank no es chino.

Naufragio

Naufragio

Hace ya unos meses tomé la decisión, -con una solemnidad que incluía un brindis con cava y un juramento por escrito en papel pergamino-, de tomarme las cosas del querer con más calma. De dejar de coleccionar, en la sala, relaciones tormentosas que siempre, siempre han acabado con palabras sin sentido volando de un monitor para otro.

Me impuse buscar a alguien que no pretendiera tener razón a cualquier precio, alguien que supiera dialogar y tomarse la vida a broma, alguien comprensivo que no hiciera del grito una forma de expresión. En fin, alguien con quien la convivencia de cada noche no degenerara en reproches, maldades y furias.

Y como siempre he sido un hombre con suerte en este gran mundo de la red, mis deseos se hicieron realidad y apareció ella: Un Ángel. Una buena mujer. Tan tolerante. Tan pacífica. Tan generosa. Tan estable. Tan ecuánime. Tan tenaz. Tan cariñosa. Tan relajada. Tan relajante. ¡Qué cielo de mujer!. Ni una sola mala palabra en tantas noches a mi lado.

La recaída de mi corazón de cabestrillo ha hecho que las últimas semanas se parezcan a un naufragio. Naufragio insalvable del que ambos somos protagonistas. Naufragio del querer que no de la amistad.

No pudo ser. Simplemente.

El dibujo es original de Marga.

Jergas de habla hispana

Jergas de habla hispana

... el caso es que se trata de ese vocabulario, esas expresiones tan especiales que son típicas de cada país de habla hispana y que convierten el español neutro e insípido en algo pintoresco y vivo, algo que nos da un poco de la esencia de cada pueblo de habla hispana: un idioma con SABORRR.

:: Una página interesante para aprender, de una manera divertida, un poquito más de la utilización que se la da a nuestro idioma común.

http://www.jergasdehablahispana.org/

El puente

El puente

Hay pequeñas cosas que dan sentido a mi existencia. Empaparme de agua de lluvia, sentir el viento como acaricia mi rostro, y ese frío que no es frío sino un montón de sensaciones.

Hoy me acerqué a ese viejo puente que cruza la carretera. Allí los viejos se apoyan fumándose un Ducados y meditan sobre sus años pasados. Allí los niños juegan a imaginar que se hallan en un puerto de mar. Allí los enamorados miran el agua tras besarse apasionadamente.

Me paré en él. Al rato, se detuvo una mujer. Miró hacia abajo. Miró hacia mi. Sentí de pronto que se me secaba la garganta. Tragué saliva y aparté mi mirada. No quería ver su piedad o su horror. No quería ver cómo ella veía la realidad. Sentí como seguía caminando. Ya nunca la volveré a ver.

Mis pensamientos se desvían en direcciones opuestas. La situación es surrealista. Por un momento permanecí allí, quieto, porque el menor movimiento haría añicos mi frágil equilibrio. Luego la cara hundida en las manos, llorando en silencio, incapaz de seguir. Era el gemido sereno y reprimido de la tristeza. Por un instante todo carecía de sentido; y no tenía energía para separar las emociones. Estaban todas entremezcladas y confusas. Era como si una gran ola me hubiese cubierto y me hubiese dejado incapaz de hacer nada.

Ahora sí sentí el frío. Retrocedí de repente y recuperé el sentido común: Yo era el Hechicero. Suspiré mientras me marchaba, casi como si me arrepintiera de haber ido allí.

En casa no había nadie. Me preparé un vaso de chocolate caliente para entrar en calor.

Más por menos

Más por menos

Hay tres grupos de personas en nuestro primer mundo. Los que gastan su dinero en Navidad y Reyes. Los que lo hacen ahora en las rebajas. Y los últimos, los que se lo gastan siempre. Para salirse de esta clasificación hay que vivir en otras latitudes, como por ejemplo, Sierra Leona, un país sin ningún interés porque está siempre en rebajas.

Cada año las televisiones repiten la misma imagen. Una masa humana adentrándose en unos grandes almacenes porque han comenzado las ansiadas rebajas.

Esta imagen me recuerda el asalto a la Virgen del Rocío. Los romeros se apelotonan para tocarla, aún a costa de salir con un esguince de tobillo. Los días restantes del año la Virgen sigue estando allí, pero claro, como ya no hay cola para verla, no va nadie.

Y que me dices de los pubs de moda. En primer lugar, te sirven tarde; en segundo, es imposible mantener una conversación; y lo peor, tienes un alto porcentaje de probabilidades de que te caiga un ron con cocacola por el hombro. Sin embargo vamos todos. Te has fijado que incluso oyes decir: A ese sitio no vamos que no hay nadie. ¡Pero hombre de dios! Si no hay nadie te podrás sentar donde quieras, te servirán al instante, conversarás sin forzar las cuerdas vocales y no te caerá nada encima, salvo que tu pareja explote de felicidad (pero ese ya es otro tema).

Pero volvamos a las rebajas, que de eso va el artículo de hoy. Una vez que Daniel o Patricia regresan de ese lléveselo que está todo a mitad de precio , necesitan alardear de lo bien que les ha ido en la sus nuevas adquisiciones. Huye de ellos en ese momento, que si te alcanzan, te compadezco:

- Mira que pasapurés tan chulo me he agenciado. Adivina lo que me costó. ¡Échale! ¡Échale!.

Y tú claro, le echas. Como quieres quedar bien, multiplicas por tres su valor estimado, y el otro, muy satisfecho, te dice la mitad de ese precio, con lo cual sabes que sí hizo una buena compra. ¿O sería el de las rebajas el que hizo una buena venta?.

Si os gusta leer...

Si os gusta leer...

Ficticia es una ciudad virtual de cuentos e historias; una comunidad literaria en la que puedes disfrutar del hechizo de relatos de todo tipo e incluso participar con tus propias creaciones.

Esta página ha sido recomendada por Akilah, a quien no va uno a discutirle nada, que para eso es una de las lectoras asiduas de este sitio.

http://www.ficticia.com

Taquilla XX en abierto

Taquilla XX en abierto

Todos hemos visto los anuncios de colonia. Sí, los mismos que entran por el ojo, pero que pretenden despertar el olfato. Fijémonos en unos pocos.

Instant de Guerlain es el instante del orgasmo que disfruta una impresionante rubia vestida de noche ante un ventana por efecto de un postrado varón.

¿Hacia qué atrae Attraction de Lancôme a las bellas cabezas de la pareja del beso inverso y horizontal a unos 60 centímetros de un 69?

Night, de Emporio Armani, aporta el contorsionismo y el rojo saturado como representaciones anatómicas y cromáticas de la pasión. En veinte segundos aparece la pareja en varias posturas.. ¿será el "aquí te cojo, aquí te mato"?.

Sensi, de Giorgio Armani, tumba a una señorita en un banco pero, aunque haga el puente, aquello no es gimnasia sino abandono.

La bellísima modelo de Paco Rabanne pour elle, hace saltar uno de los eslabones en el brazo, uno de éstos se convierte en gota de colonia, le cae sobre el cuerpo y resbala hasta entrar en el ombligo. Lo que siente, a tenor de la expresión, es muy reconocible.

Y en cuanto a El agua de Rocío, de Vittorio y Luchino, ¿se puede ser más explícito?. Una mano masculina restriega una rosa por la cara y el cuello de una joven que de pronto decide cogerlo y lo deshace en líquido.

El Classic de Gaultier parte la pantalla como un armario de dos cuerpos para que gays y lesbianas salgan a la luz con imágenes que juntan bocas y cuerpos del mismo sexo.

... Ha sido la exclusiva taquilla XX, más cara, en abierto y para todos los públicos, que se ha emitido en horario comercial en las cadenas generales de TV estas navidades.

Huellas

Huellas

Lo primero que quiero decirte es que te quiero.

Y debo darte gracias por tantas cosas...

... gracias por acompañarme en mis pesadillas, gracias porque contigo no tenía miedo y me sentía seguro, gracias por interesarte siempre por mi, gracias por preocuparte, gracias por tantos abrazos a tiempo, gracias por las palabras con cariño.

Y gracias también por dejarme instalar cómodamente en tu sofá; por dejar acurrucar en mi regazo el minino; por cogerme la mano; por aliviarme, sin tu saberlo, este dolor que procede de muy dentro y me atraviesa con furia vibrando con cada latido del corazón.

Gracias por creer en mi, gracias por intentar comprenderme, gracias por esos pequeños momentos tan intensos, gracias por no dejarme solo, gracias por guardar secretos, gracias por hacerme sentir especial...pero sobretodo gracias por quererme.

Y también quiero.

Quiero que dejes las preocupaciones a un lado, que no veas todo negro cuando es blanco, que pienses en ti y en las personas que te queremos. Quiero verte feliz y disfrutar, quiero que conserves siempre ese frescura que te rodea.

Dejé mis zapatillas en tu habitación, pero tu has dejado en mi una huella enorme que no consigo olvidar. Mi isla bonita, sé que me estoy perdiendo algo en la vida, y lo he sabido al conocerte.

Interrogantes

Interrogantes

Esta tarde daba gusto pasear por las calles de mi ciudad, con tanto movimiento de gente haciendo sus compras, paseando o esperando la llegada de los Reyes Magos con toda su parafernalia y majestuosidad.

Mientras disfrutaba del espectáculo humano, pensaba en mis grandes objetivos para este nuevo año. Y llegué a la conclusión de que debía dejarme de cambios radicales y de esos buenos deseos (sí, los que todos sabemos: que se acabe la guerra y el hambre en el mundo). No debía pensar en utopías y sí en realidades; así que nada de alardear con metas irrealizables. Concluí que lo mejor es vivir el momento y ser lo más coherente posible y justo en mis acciones de cada día.

El problema llegó más tarde, aquí en el trabajo. María, la pequeña de la casa, me preguntaba acerca de los Reyes.

¿Cómo le explico a ella, por ejemplo, que si están en el Nacimiento como figuritas de cerámica, pueden por arte de magia ser capaces de traer así sin más una muñeca de Famosa o un Scalextric?. ¿Cómo puedo explicarle a ella que vengan en un lado a caballo, en otro en barco, en otro en helicóptero, en otro en limusina, en otro en tabla de windsurf?, y ¡además a la misma hora!. ¿Cómo explicarle también, que puedan leerse todas las cartas de todos los niños en tan poco tiempo?, y ya puestos, ¿cómo pueden controlar las cosas buenas y no tan buenas que se hacen durante todo el año para premiar con este o aquel regalo?. ¿Lo deciden solos, tienen jurado popular, hacen juicios rápidos los Reyes de Oriente?. Y los pajes, ¿qué me dices de los pajes?; seguro que no tienen ni convenio, ni un comité que los represente, ni cenas de empresa (¿de verdad se puede ir a comer tranquilo con el jefe?). ¡Un lío!, vamos.

¡Que viene la bruja!

¡Que viene la bruja!

En Italia no se celebra la Noche de Reyes, pero es una bruja llamada Befana quien trae los regalos el 5 de enero. Montada en su escoba vuela por encima de los tejados de las casas y deja los últimos regalos de la Navidad a los niños italianos. Aunque es una tradición romana se ha extendido a todo el país.

:: Es deformación profesional el que os hable de Befana y no de Sus Magestades. No olvideis dejar un calcetin esta noche ... ¡Y que los brujos os traigan muchos regalos!.

Mamá, no quiero ser pulpo

Mamá, no quiero ser pulpo

Pequeño, con barba, traje de ejecutivo y con una amplia sonrisa siempre en sus labios. Es Nemesio, el comercial de una empresa del sector eléctrico de la zona. Él siente la irrefrenable necesidad de dedicar jornadas de su asueto a la pesca. Será por su naturaleza, por respirar la brisa marina, o por aburrimiento, pero el caso es que se lanza caña en ristre en busca de una lubina con la que armar una cena y presumir luego ante familiares y conocidos.

Él ayer me contaba la siguiente anécdota. Ocurrió en Vigo, su ciudad natal. Durante la madrugada de una noche de verano, un padre y un tío pescan con potera en compañía de su hijo y sobrino respectivo.

El interés de estos se centra en los calamares, pero los pinchos del niño prenden en un desafortunado pulpo que pasaba por allí. Los dos caballeros abandonan sus artes y se lanzan a por las del niño y su correspondiente cefalópodo.

El padre, tenso como el capitán Ahad cuando le echa el ojo a Moby Dick, dictamina que para acabar con la vida de estos animales hay que morderlos entre los ojos; así que no duda un instante en aplicarle la dentamia al bicho. Poco después es el tío quien toma la iniciativa y concluye que no, que para matarlos hay que golpearlos contra una roca; y allá que se ponen los dos haciendo del pulpo una estera.

Como todavía les pareció poco el castigo, ambos comenzaron a dar frenéticos saltos sobre el animal como si estuviesen cerrando una maleta.

El niño, que los observaba callado, encontró un hueco en la matanza para expresar sus deseos: “Yo lo quería para un acuario”. Los hombres se miraron estupefactos, y un quinto personaje, que había sido testigo de la tortura, aventuró la posible solución: “¡Rápido! ¡Que alguien llame a un veterinario!.

La pregunta que me hago es si el veterinario llegaría a tiempo.

Falsificación de página

Se están dando muchos casos de falsificación de página (usted cree estar en Microsoft, pongamos por noble ejemplo, y resulta que se ha metido en alguna boca de lobo). Si tiene dudas, escriba lo siguiente en el recuadro de dirección de su navegador, teniendo la página en cuestión abierta:

javascript:alert("The real URL of this site is: " + location.protocol + "//" + location.hostname + "/")

:: Artículo de Ramón Buenaventura

Fantasía y confianza

Fantasía y confianza

A veces, me tachan de loco, de ridículo o de pintoresco. Y no se dan cuenta que sólo intento ir más allá de lo establecido.

Son mis sueños, junto con la esperanza, lo que me hace avanzar, y avanzar poco a poco, pero sin descanso, teniendo en cuenta, cómo no, mis fracasos, mi desaliento en algunos momentos, la falta de apoyo y la vulgar realidad que me hace pensar a veces que lo imposible es realmente imposible.

Todos soñamos con algo. Tú, él, y todos vivimos rodeados de fantasías, de irrealidades, de quimeras que a la larga se pueden convertir, con esfuerzo y constancia, en eso que anhelamos. Podemos transformar la realidad, nuestra realidad.

Sí, todos soñamos con algo. Todos podemos escapar de la rutinaria cordura, y aprovechar el día presente dándole un vuelco a nuestra vida, gracias a la sana locura de la fantasía y de la confianza. Una locura alejada del desaliento, de los agobios y del qué dirán si hago lo que hago o digo lo que digo.

Los sueños dan sentido al momento presente. Al futuro. Y me diferencia a mí y te diferencia a ti. Soñar es pasión. Y ya lo dijo un filósofo en su día: más vale perderlo todo por una pasión que perder esa pasión.

No quiero despertar hasta que mis sueños se hagan realidad. Son ellos lo único a lo que puedo aferrarme para que esa burbuja en la que viajo continúe su camino.

Mundos paralelos

Mundos paralelos

Son tiempos de excesos. Excesos en un lado del mundo, en un país, en un barrio, en una calle.

En el otro lado tenemos a Li Pao, a la que sus padres cambiaron por una lavadora; a los niños hambrientos, los enfermos, los torturados, lapidados, ablacionados y masacrados; tenemos a los maltratados, a los viejos, o a los que son víctimas del terrorismo.

Y ante esas situaciones extremas de desamparo y miseria, aparecen, aprovechando estos días de excesos, las campañas que claman por la solidaridad y la apertura de nuestras conciencias adormiladas.

Hace poco, las campañas se reducían al Día de la Banderita, la cuestión del Cáncer, el Domund y el rastrillo de Unicef. Daba gusto porque podías atenderlas a todas. Te pinchaban en la solapa para que el personal viese lo sobrado que ibas de generosidad y dormías como un bendito.

Hoy son tantos los que apelan a tu sensibilidad más recóndita que se hace casi imposible discernir cuál de esas campañas es más justa o más necesaria. Son tantos los maratones solidarios que es inevitable plantearse la honradez de quienes los crean, en una sociedad plagada de “nuevos negocios” (lease chorizos).

Burbujas

Burbujas

A veces me siento una burbuja.

Suspendidas en el aire, encerradas en sí mismas, se desplazan en el aire intentando elevarse. Al menor roce, se rompen.

Adiós 2003

Adiós 2003

A los que les gusta la página, a los que no; a los que me conocen, y a los que no....

FELIZ AÑO 2004

Cierro los ojos y pido un deseo: haced vuestro esto y ¡colaborad!, aunque sea sólo con un comentario.

Recuerda que este espacio tiene sentido y continuidad mientras tú estés aquí, como lo haces ahora.