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Hechicero

El puente

El puente Hay pequeñas cosas que dan sentido a mi existencia. Empaparme de agua de lluvia, sentir el viento como acaricia mi rostro, y ese frío que no es frío sino un montón de sensaciones.

Hoy me acerqué a ese viejo puente que cruza la carretera. Allí los viejos se apoyan fumándose un Ducados y meditan sobre sus años pasados. Allí los niños juegan a imaginar que se hallan en un puerto de mar. Allí los enamorados miran el agua tras besarse apasionadamente.

Me paré en él. Al rato, se detuvo una mujer. Miró hacia abajo. Miró hacia mi. Sentí de pronto que se me secaba la garganta. Tragué saliva y aparté mi mirada. No quería ver su piedad o su horror. No quería ver cómo ella veía la realidad. Sentí como seguía caminando. Ya nunca la volveré a ver.

Mis pensamientos se desvían en direcciones opuestas. La situación es surrealista. Por un momento permanecí allí, quieto, porque el menor movimiento haría añicos mi frágil equilibrio. Luego la cara hundida en las manos, llorando en silencio, incapaz de seguir. Era el gemido sereno y reprimido de la tristeza. Por un instante todo carecía de sentido; y no tenía energía para separar las emociones. Estaban todas entremezcladas y confusas. Era como si una gran ola me hubiese cubierto y me hubiese dejado incapaz de hacer nada.

Ahora sí sentí el frío. Retrocedí de repente y recuperé el sentido común: Yo era el Hechicero. Suspiré mientras me marchaba, casi como si me arrepintiera de haber ido allí.

En casa no había nadie. Me preparé un vaso de chocolate caliente para entrar en calor.

5 comentarios

Hibiscus -

Si alguien te esperara en casa las cosas, los puentes y las gentes las verías de distinta manera.

Aida -

¿Eres gilipollas o qué?. Los puentes son para cruzarlos no para tirarse de ellos .

Akilah -

Lástima que algunas islas carezcan de puentes. Precioso texto.

erik -

me gusta como escribes,te interesa que no linkemos?

Hojarasca -

Hay ciertos momentos que, como tú dices, dan sentido a la existencia, y esos momentos son capaces de hacer que experimentemos tantas y tan diversas sensaciones, que algunas pueden resultar inesperadas. Aún así, ese llanto, esa instante tan explansivo, es vida... Y es precioso, porque tú eres el Hechicero, y has conseguido verte detrás del llanto, en el puente, en la mujer que te miró, en el camino que siguen tus pasos.
En ocasiones surge el deseo de no ver, de correr sin mirar atrás. Y uno lo siente, y se permite esa porción de irrealidad, o tal vez esa esperanza... No obstante, tb puedes optar por el chocolate caliente, que es bien real y reparador :)
:*